¿Cuál es nuestro desafío?

La provincia Datem del Marañón alberga uno de los humedales más importantes del Perú y del mundo, los cuales representan un valioso ecosistema para la mitigación del cambio climático al conservar un stock de carbono de 6,948 millones de toneladas de CO2 equivalente (tCO2eq). Además, se localiza en la tercera turbera tropical más extensa, la cuenca Pastaza – Marañón, solo por detrás de Central Kalimantan, en Indonesia, y Cuvette Centrale, en República del Congo.

 

En los últimos años, estos humedales están siendo crecientemente amenazados por la deforestación, la tala ilegal, la expansión de la frontera agrícola y la extracción inadecuada de los frutos del aguaje. El Proyecto Humedales del Datem busca construir con las comunidades indígenas, líderes y autoridades, alternativas de desarrollo sostenible frente a las amenazas de estas actividades económicas ilegales e informales.

Nuestro propósito

Mejorar la capacidad de resiliencia de las comunidades indígenas que viven en la provincia del Datem del Marañón, además de mejorar sus medios de vida y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero causados por la deforestación.

Proteger y fortalecer la

capacidad de resiliencia

de los ecosistemas.

Mejorar la calidad de vida de 20 400 habitantes, en un área de 338 000 hectáreas.

Reducir las emisiones de carbono en 1,3 Mt carbono equivalente para 2023.

Ámbito del proyecto

El Abanico del Pastaza

Un ecosistema de más de

4.5 millones de hectáreas,

caracterizado por grandes extensiones de pantanos, lagos y llanuras aluviales que se inundan parcialmente cada año, y que forma parte de la zona Ramsar más extensa del país.

Desde el 2017, Profonanpe, con el financiamiento del Green Climate Fund y Koica, viene implementando el proyecto “Construyendo Resiliencia en los Humedales de la Provincia Datem del Marañón, Perú”.

El Abanico del Pastaza representa el

3% del área boscosa del Perú. 

Este lugar contiene 40% de las reservas de carbono retenido en el territorio peruano.

Teniendo como aliados a 120 comunidades nativas de 7 pueblos indígenas

 

Awajún, Achuar, Chapra, Kandozi, Kichwa, Wampis y Shawi.

¿Cuáles son nuestros pilares de trabajo?

Fortalecimiento de la capacidad institucional del Gobierno

Fortalecimiento de las capacidades de las comunidades indígenas y ribereñas

Construcción de la resiliencia a través de bionegocios sostenibles

Gestión de la ciencia, la tecnología y el conocimiento

Lo que hemos conseguido

La concepción de los bionegocios en el

Proyecto Humedales del Datem.

Recursos naturales

Conocimientos tradicionales

Tecnología

Productos

sostenibles

Los protagonistas de esta

historia de resiliencia

Segundo es un escalador de palmeras de aguaje que vive en la comunidad nativa Puerto Díaz en el Datem del Marañón. Él se encarga del acopio del fruto de aguaje para que luego puedan ser vendidos a otras asociaciones.

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Segundo

Ambos pertenecen a la etnia Kandozi y viven en la comunidad nativa Musa Karusha. Ellos son parte de la Asociación Katinbaschi, quienes se encargan de la comercialización de pescado fresco artesanal.

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Gunter y Guillermo

Él es parte de la etnia Awajún de la comunidad nativa Chapis, quienes han formado APUAPISEM, una asociación para implementar un bionegocio que extrae de forma sostenible el aceite del fruto del aguaje.

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Ronel

Balbina forma parte de la etnia Kandozi y es presidenta de la Asociación de Mujeres Productoras Charapi, quienes crían y venden taricayas.

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Balbina

Entre el 2017 y el 2022, se intervinó en 418,722 mil ha y se evitó emitir 526,812 tCO2-e.

Al 2022, se ha beneficiado a 13,290 personas de 116 comunidades indígenas y anexos.

El aguaje fue declarado como recurso forestal emblemático, de necesidad pública e interés regional.

Hemos articulado con RENIEC para la entrega de DNI a más de 3,700 personas.

Implementamos 2 plantas de hielo y 2 plantas de procesamiento con energia fotovoltaica en las comunidades Chapis, Musa Karusha, San Fernando y Sinchi Roca.

48 Declaraciones de Manejo (DEMA) y 3 Programas de Manejo Pesquero (PROMAPE) para el aprovechamiento de recursos, en una extensión de 317 mil hectáreas.

Contribuimos al fortalecimiento de las capacidades de más de 1,000 personas (21% mujeres).

Se elaboró y aprobó el Plan Local de Cambio Climático de la provincia, dentro del marco de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC). Fue el primero en aprobarse a nivel de los 1,845 distritos a nivel nacional.

Hemos contribuido a la formalización de más de 35 asociaciones y juntas directivas de las comunidades.

Las plantas de hielo produjeron 126 mil kilos de hielo.

El proyecto, junto a las asociaciones indígenas, postuló y ganó 7 fondos concursables para mejorar los procesos productivos y fortalecer capacidades de los bionegocios.

443 mil hectáreas gestionadas de manera sostenible.

Se elaboraron de manera participativa 3 expedientes de zonificación territorial desde la cosmovisión de los pueblos indígenas Shawi, Chapra y Kandozi.

Para el 2022, el stock de carbono de la provincia ascendió a 6,948 millones tCO2eq, de los cuales el contenido de carbono almacenado en la vegetación fue estimado en 1,697 millones tCO2eq, mientras que la reserva de carbono en el suelo contribuyó con 5,251 millones tCO2eq.

Se reconoció mediante Resolución Viceministerial 000045-2023-VMPCIC/MC, como patrimonio cultural de la nación a los conocimientos, práctica y oralidad del pueblo Kandozi relacionados a la pesca tradicional en el lago Musa Karusha en la provincia del Datem del Marañón.

Se ha cumplido con la implementación del Manual de Salvaguardas Sociales y Ambientales, en el marco de las políticas de Profonanpe y sus donantes.

Descubriendo la ruta de los bionegocios

Recurso 13-8

12 bionegocios ancla y 44 unidades de bionegocio, en los corredores de Saramiriza, Kandozi, Bajo Marañón Pastaza y Achuar.

 

Estos son gestionados por asociaciones de productores indígenas que comercializan aceite de aguaje, copaiba, ungurahui, sangre de grado, chocolates artesanales, taricayas, pescado fresco amazónico, entre otros.

Las asociaciones Kachizpani y Katinbaschi comercializaron 174 mil kilos de pescado amazónico.

La asociación APUAPISEM comercializó 385 kilos de aceite de aguaje.

La cooperativa SHAKAIM comercializó 1,200 litros de sangre de grado.

La asociación CHARAPI comercializó 25 mil taricayas. Este bionegocio está conformado por 20 socias y es el único liderado por mujeres.

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El reportero ambiental del Perú - Jhon Gleen- en el Abanico del Pastaza

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