Foto: Nicolas Quendez, Sernanp
Tras varios meses de paralización de las actividades turísticas en las Áreas Naturales Protegidas (ANP) – tales como Machu Picchu, Paracas, Pacaya Samiria – como consecuencia de la pandemia por Covid-19, se inició la reapertura gradual de algunas de ellas, y se espera que se continúe de esta manera en los próximos meses. Así, las ANP podrán mitigar los perjuicios económicos que la emergencia sanitaria trajo consigo, y retomar sus acciones por la educación ambiental y el trabajo para brindar espacios naturales de visita que se venía realizando hasta antes de la pandemia.
Uno de estos espacios es el Parque Nacional Yanachaga Chemillén (PNYCh), ubicado en Oxapampa, donde se ha estado trabajando intensamente durante las últimas semanas para implementar el protocolo de bioseguridad para su reapertura al público. Asimismo, en las infraestructuras turísticas se desplegó todo lo necesario para la prevención y detección de posibles casos del nuevo coronavirus. Importante mencionar que los guardaparques del PNYCh enfrentan con optimismo y fortaleza este nuevo desafío y están deseosos de volver a trabajar con el público por la conservación de las ANP.
Salomé Antezano, jefa del PNYCh y parte del equipo del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), nos cuenta que hasta antes de la pandemia, las coordinaciones de las labores de conservación se realizaban entre el personal especialista y los guardaparques, y así se podía participar de manera activa en las reuniones convocadas tanto por la jefatura como por otras entidades aliadas públicas y privadas importantes para la gestión efectiva del ANP. Una de las actividades que más lamenta haber dejado son las de educación ambiental, que se realizaban de manera regular con los niños, niñas y jóvenes estudiantes. Explica que la pandemia ha supuesto que tengan que buscar nuevas formas de llevar a cabo algunas acciones virtualmente, y en ese desafío continúan al día de hoy, pues tampoco pueden solucionar todos los problemas o dificultades directamente en campo, como hacían en tiempos antes de la pandemia.
Salomé resalta el trabajo de los guardaparques, quienes siempre estaban en sus puestos de vigilancia y control, realizando patrullaje, monitoreo de flora y de fauna, y actividades para el desarrollo turístico en las zonas de uso turístico y recreativas del PNYCh. Hasta antes de la pandemia, las visitas turísticas iban en aumento: el promedio de crecimiento anual en los últimos 5 años fue del 14%. Las zonas de San Alberto y Huampal eran los lugares que tenían mayor acogida debido a la cercanía con la ciudad de Oxapampa y a la alta diversidad de aves. En ellas se podía hacer avistamiento de aves y flora nativa, principalmente orquídeas y árboles como el cedro rojo, diablo fuerte, nogal, ulcumano, entre otros; así como y hermosos paisajes de ecosistemas de selva baja y selva alta.
En este contexto, el viernes 16 de octubre oficialmente se abrió las puertas al público de la zona de uso turístico de San Alberto del PNYCh para el desarrollo de la actividad turística, con presencia y coordinación de representantes de la Dirección Regional de Turismo (DIRCETUR)DIRCETUR Pasco, la Municipalidad Provincial de Oxapampa, los operadores turísticos y demás aliados; cumpliendo con todos los protocolos de bioseguridad y desinfección para prevenir y mitigar los efectos de la pandemia. Con mucha emoción, Salomé señala que los primeros visitantes al ANP fueron jóvenes procedentes de Lima, que anhelaban un encuentro con la naturaleza después de más de 7 meses de haber estado en casa.
Se espera que en los próximos meses y gradualmente, la afluencia de público aumente. Salomé asevera que esta es una oportunidad para enfocar su trabajo e incidir en la conciencia colectiva, pues “el fin último de la conservación y protección de las ANP es posibilitar que la humanidad siga existiendo”. ¿Y tú, ya te animaste a visitar el PNYCh?