Soledad Cuchilla y Adeliz Manzanedo en II Encuentro Nacional de Mujeres Defensoras
Desde tiempos ancestrales, los pueblos indígenas han cuidado sus territorios con acciones de vigilancia y monitoreo. Hoy, estas prácticas se fortalecen en los Comités de Vigilancia y Control (CVC), grupos de voluntarios locales que realizan patrullajes y reportan amenazas para proteger los bosques y su biodiversidad.
En el Área de Conservación Regional: Bosque Montano de Carpish, Soledad Cuchilla Bedolla, tesorera del CVC, ha encontrado en la vigilancia comunitaria una forma de devolver valor a su territorio. “A mí me motivó la biodiversidad de flora y fauna que hay en nuestra cuenca y poder protegerlos”, comenta. Su trabajo ha sido clave para reducir la tala ilegal y controlar los incendios, logros que fortalecen su compromiso con la conservación.
Por su parte, Adeliz Manzanedo Huayta, una joven de 19 años y presidenta del CVC, sigue el ejemplo de su padre, quien siempre cuidó el bosque. “Tengo compromiso para proteger la biodiversidad, la flora y la fauna en Huánuco”, expresa. Aunque es joven, Adeliz siente que tiene la responsabilidad de defender su hogar y su territorio, inspirando a otros jóvenes a sumarse a esta causa.
La labor de estas lideresas es respaldada por la Declaración Conjunta de Intención (DCI), un esfuerzo liderado por el Ministerio del Ambiente y ejecutado por Profonanpe. Este apoyo brinda los recursos técnicos y financieros que el CVC necesita para enfrentar amenazas ambientales y continuar su labor de protección.
Foto: Comité de Control y Vigilancia BMC
El papel de las mujeres en la conservación
Soledad destaca la importancia del papel de las mujeres en el CVC, quienes, según ella, aportan una visión única. “No es difícil ser parte de este comité porque aportamos habilidad, conocimiento y el poder de dialogar con personas de afuera,” dice con convicción.
Para Adeliz, el rol de los jóvenes en la conservación es fundamental. “Los mayores nos dejan enseñanzas, pero nosotros, como jóvenes, tenemos el conocimiento para defender lo nuestro.” Su participación en un reciente encuentro de lideresas en Tarapoto le ha dado herramientas para fortalecer a su comité en Huánuco.
Ambas tienen un mensaje claro: proteger hoy el territorio es garantizar un futuro para las próximas generaciones. Como Soledad expresa, “Debemos cuidar nuestras áreas naturales porque es nuestro patrimonio y el pulmón de nuestra tierra.” Adeliz concluye con una reflexión similar: “La naturaleza nos necesita hoy, porque mañana puede ser muy tarde.”
Sobre la Declaración Conjunta de Intención (DCI) – Fase 2:
La Declaración Conjunta de Intención es un acuerdo voluntario de cooperación firmado por los gobiernos de Perú, Noruega y Alemania en 2014 para lograr la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero producidas por la deforestación y la degradación de los bosques. En la firma de esta adenda al 2025 se une Reino Unido al compromiso y USAID en calidad de observador.
La DCI es liderada por el Ministerio del Ambiente y ejecutada por Profonanpe, con participación del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, a través de SERFOR; el Ministerio de Economía y Finanzas; el Ministerio de Cultura; los gobiernos regionales de San Martín, Huánuco, Ucayali, Loreto, Amazonas y Madre de Dios; y las organizaciones indígenas AIDESEP, CONAP y ANECAP. Asimismo, cuenta con el financiamiento de la Agencia Noruega de Cooperación al Desarrollo – NORAD.